6/12/09

Me quiero

No es bueno hacer planes. Algunos acontecimientos del día a día aportan lecciones de una impagable utilidad. No importa cuánto te hayas esforzado, cómo hayas expresado lo que eres ni por qué te atrajo tanto ese algo. Una mañana cualquiera descubres que no eres nadie, nunca lo has sido. Y sin embargo, decidías planear algo que no existía, como si estuvieras viviendo en un sueño sin saber que pronto terminaría. Y entre tanto absurdo ficticio, has sido feliz.
Lo que sí tiene valor es tener la conciencia brillante, sin mota de polvo que pueda ensuciar o empañar tu autoestima. Lanzarse a seguir una vida que construir tú sola y dejar que lo demás te influya lo menos posible. Saber que quien no aprecia lo bueno nunca será realmente feliz porque vivirá engañado. Poder mirarte al espejo y estar orgullosa de lo que has hecho, por ti y por los otros, aunque no te hayan valorado nunca como mereces. Porque quien no ha sabido ver valía en ti, no te conviene.

Sí. Me quiero.

(Al final no he cumplido lo de no escribir nada estando fuera de Dublín...¡Hay que ver!)

3 cosita(s) que decir:

Alejandro Marcos Ortega dijo...

Un post muy muy optimista, me gusta esta carli... y ya sabes, nadie nos va a querer si nosotros no lo hacemos! yupiiiiii!!!!

PABLO dijo...

Ay carla, la vida.....yo es que estoy que me subo por las paredes, ya te contaré y, encima, hoy llevo un día horrible. Sí te puedo decir que para construir un futuro hay que conocerse y quererse a uno mismo, con nuestras imperfecciones. Aceptar que el mundo no es perfecto, y, por tanto, que las cosas maravillosas que vivas, lo son aún más si cabe por la propia imperfección del mundo. No hay nada mejor que una vida maravillosa imperfecta. Yo he llegado a aceptar eso, aunque hay días como el de hoy que me dan ganas de mandarlo todo a la mierda. Welcome back, te llamo mañana sin falta para que me cuentes qué tal y para contarte novedades. muakkkk

Ku dijo...

Y es que eso es lo más importante: quererse mucho, pensar por uno mismo y ser un poco egoísta de cara a lo que planeamos y esperamos de la vida, aunque esté mal visto; porque, a fin de cuentas, a la hora de la verdad eres tú y nadie más. Nadie más que tú va a sufrir las consecuencias de tus actos, nadie más que tú va a llorar cuando haya algo que te duela o de lo que te arrepientas, y nadie más que tú va a tener que aguantarte hasta el fin de tus días.
Así que adelante, a quererte mucho y a pensar en ti. Y si en el camino has sido feliz construyendo castillos de arena, tampoco está tan mal, no? Siempre que los castillos fuesen para ti, y no para el niño de la toalla de al lado... =P