19/7/09

Ni comes, ni almuerzas

Estábamos trabajando y la conversación ha salido sola, a apenas diez minutos de presentarme en la redacción. ¿Por qué nos quieren ocultar, de quién, para qué?. Dos personas con distintas vidas y acompañantes coinciden, sin embargo, en un sentimiento de marginación importante, haciendo que se sientan estúpidas por aguantarlo, inferiores por tener que sufrirlo y mendigas de explicaciones para poder entenderlo. Será que sus habituales son guapísimos, modelos y Einsteins en potencia o, tal vez, simplemente se trate de que tú, así y tal como tu madre que trajo al mundo, no eres ni de lejos lo que él esperaba. Es posible que sienta horror sólo con pensar que, algún día, podrían conocerte y ver realmente lo que eres (que, a lo mejor, sea lo más espantoso que nadie haya imaginado jamás).
Pero pase lo que pase, archisabido es que la paciencia tiene un límite y, en mi opinión, es un tremendo error llegar a él.

0 cosita(s) que decir: