10/12/09

Un grande

No sé si a vosotros también os gusta Quevedo tanto como a mí, con sus ironías y burradas a partes iguales envolviendo sus poemas. Como soy fan incondicional suya, os dejo aquí unos versos, a ver qué os parecen. Siento dejar un poema tan conocido, pero es genial:

A UNA NARIZ

Érase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba,
érase un pez espada muy barbado.

Érase un reloj de sol mal encarado,
érase un alquitara pensativa,
érase un elefante boca arriba,
era Ovidio Nasón más narizado.

Érase un espolón de una galera,
érase una pirámide de Egipto,
las doce tribus de narices era.

Érase un naricísimo infinito,
muchísima nariz, nariz tan fiera,
que en la cara de Anás fuera delito.

4 cosita(s) que decir:

Ignacio J. Rivas dijo...

Grande entre los grandes! Uno de mis clásicos preferidos! Saludos!

Un pedacito de mí dijo...

Gracias por comentar Ignacio, me alegra que también te guste Quevedo... un saludo para ti también!!

Alejandro Marcos Ortega dijo...

Sí si siempre hay que volver a lso clásicos, eso esta claro jejeje

Ku dijo...

es que es genial, el primer verso se habra parafraseado cientos de veces (al menos yo lo hago constantemente, jiji).

Un beso!! (y perdone por los acentos seniora correctora, que estoy en un ordenador con un teclado asquerosete..)