1/10/09

Agradezco

No había pensado en la pena que me daría no ir a trabajar otra tarde más, rodeada de personas encantadoras con las que he compartido algo más de tres meses de mi vida. Ni tampoco creía que os cogería tanto cariño, pero no puedo negarlo. Esos cafés a media tarde, acompañados de conversaciones de lo más simpático que se pueda imaginar. Cotilleos sobre chicos, sujetadores, tetas de plástico para usar debajo del sostén y un sinfín de artilugios femeninos que, tal vez, no sea apropiado citar aquí. Observaciones detenidas al guapo de economía, que es un monumento, hablando rápido y bien.

Y tras todo esto, vidas que continúan: unas en la facultad para afrontar el último curso de carrera, y otras emprendiendo una aventura en una ciudad de habla inglesa. Sí, es Dublín, la parafernalia de decorar los vocablos nunca se me dio bien. El miedo está impregnando mis huesos cada día más y, para colmo de males, tengo un mes completo para plantearme mi vida. No es moco de pavo.

Pero, además de recordar mi paso por El Mundo y de plantearme el porqué de mi marcha a tierras irlandesas, no puedo sino manifestar que extrañaré todo: Madrid en invierno, el viento frío y seco volándome el pelo, la Gran Vía repleta de gente interesada en nada que no sea ir de compras. El viaje de 20 minutos diario a la facultad para escuchar a profesores sabelotodo, las charlas en la sucia cafetería de Ciencias de la Información y la huida posterior hacia la calle con la intención de quitarse uno el olor a grasa. Las salidas de chicas a cualquier bareto lleno de niños pijos que osan vacilar a mujerzuelas hechas y derechas, personas que un día te abandonaron y que sólo aspiran a compararse contigo el resto de sus vidas. Y mucho más.

En muy poco tiempo todo eso ya no estará, pero nunca voy a olvidar lo que tanta gente me hizo sentir todos estos años. Ha sido inigualable.

Gracias a todos por todo.

3 cosita(s) que decir:

PABLO dijo...

Y lo que te queda por sentir. Por cierto, tú deja que las cosas fluyan, no pienses tanto en qué vas a hacer y esas cosas. Qué suerte que hayas hecho amistades en El Mundo, yo todos los días allí a las tres de la mañana poco podía hacer en ese sentido. Me alegra que te vayas con buen sabor de boca del periódico. Quién sabe? A lo mejor vuelves algún día. Hablamos. muakkkk

Alejandro Marcos Ortega dijo...

Pobre de ti como te vayas sin que quedemos! POBRE DE TI! no sabes lo que echo yo de menos la universidad... con todo lo que la criticábamos... eso de sentirse agusto dentro de ese armatoste gris... aisss carlas carlas...

Un pedacito de mí dijo...

ay Alej, te echo de menos a ti también...qué mierda, ya me he enterado de que haces un máster :) tenemos que quedar, de verdad, decidimos un día y listo...que este mes estoy sin hacer nada :)