Hoy me he levantado y, por fin, el sol se ha dignado a salir. Supongo que su escondite era demasiado confortable para salir de él un ratito y darnos a todos un poco de alegría. Como comenté en un post de mi amiga Rocío, el sol revitaliza todo: animales, plantas, personas. No deja indiferente a nadie.
Ir andando por la calle sin miedo a que los coches te mojen al pisar los sucios charcos de la calzada, no necesitar llevar en la mano un utensilio que, si hace viento, además de empaparte el bolso, se rompe, con lo que el grado de cabreo se eleva a la máxima potencia.
Y, no sé si sólo yo me doy cuenta, pero en los días soleados la gente sonríe más, es más amable y hasta se digna a saludarte.
Ay, ¡qué día tan bonito!. Lo pienso disfrutar mucho, aunque en clase no sea posible. ¡Después sí!
3 cosita(s) que decir:
Bieeeen! al final no ha hecho mucho sol, pero bueno, mañana hará más y seremos más felices. que venga el sol ya! jajaja
Yo sigo prefiriendo los días nublados. Me hacen sentir estupendamente.
Para gustos, colores, dicen...
Oye, el texto con ese color se lee fatal!! Mi pantalla está gastada y apenas puedo leerlo. Que lo sepas xD. Un beso!
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