Es como si toda su vida hubiera estado buscándose a sí misma, tratando de encontrar su verdadero yo. Y por fin, allí estaba, esperando en ese bar de cualquier calle de no importa qué lugar. Frente a su destino, o parte de él. Sintió que todas sus sensaciones pasadas se volcaban, que nadie como ella sabía, en ese preciso instante, lo que era realmente la emoción: podría haber derretido cualquier témpano de hielo con el calor que todos sus poros desprendían. Estaba nerviosa y apenas podía imaginar lo que ocurriría tiempo después.
17/5/09
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3 cosita(s) que decir:
Qué bonito. Quién se muere de la emoción?
CARLI CARLI! QUE ME QUEDO EN MADRID!!! AL MENOS HASTA SEPTIEMBRE!!! AHORA EN CLASE LE CUENTO A USTED!
Recuerdo que hace tiempo te dije que deberías escribir. Pues sigo insistiendo. Deberías.
Y los demás leerte por supuesto. De hecho, ya lo hacemos cada día....
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